Francisco Largo Caballero fue el líder del PSOE durante la Dictadura de Primo de Rivera, la II República y la Guerra Civil.
Durante esta época lideró el sector más
radical del partido frente a la opción moderada representada por Besteiro.
Fervoroso defensor del marxismo y la
dictadura del proletario, el Golpe de Estado de Largo Caballero y el PSOE en
1934 es considerado el inicio de la Guerra Civil.
1.- Conocido como "El Lenin
Español", su apodo ya da una idea de su crueldad y carácter sanguinario,
comparable para sus contemporáneos con el impulso de la dictadura comunista de
la Unión Soviética.
2.- Al igual que el resto del PSOE,
Largo Caballero colaboró la Dictadura de Miguel Primo de Rivera hasta el final,
llegando a ser incluso Consejero de Estado, lo que le valió para fortalecer a
la UGT (el sindicato nacido a partir del PSOE) y perseguir a la CNT.
Haciendo gala de un oportunismo, al caer
la Dictadura de Primo se unió al comité revolucionario que preparaba la
República.
Con la llegada de ésta fue nombrado
Ministro de Trabajo con el gobierno provisional de Alcalá Zamora, volviendo a
serlo con Azaña entre 1931 y 1933.
3.- En 1934, tras largos y concienzudos
preparativos, Largo Caballero lideró en la sombra el Golpe de Estado del PSOE
contra la legalidad de la República.
De hecho, presidía el Comité Nacional
Revolucionario (nacido el 3 de febrero de 1934) junto a otros conocidos socialistas,
como Carrillo, Vidarte, o De Francisco.
El balance del Golpe de Estado socialista
fue de casi 1.400 muertos en 26 provincias. La insurrección no triunfó
finalmente, y el líder socialista, que fue encarcelado, pretendió eludir toda
responsabilidad en los terribles hechos. La Historia demostraría años después
su implicación total en el fallido Golpe de Estado.
Las elecciones fueron ganadas por las
derechas el 19 de noviembre del 33. Ese mismo día Largo Caballero instaba a la
Directiva del Partido a concretar “un movimiento revolucionario a fin de
impedir un régimen fascista” (Citas y reuniones,19 y 26-XI-33, en S, Juliá, Los
Socialistas en la política española, Madrid, Taurus, 1997, p. 199 y 200). No
fue, por lo tanto, el alzamiento del 34 una consecuencia del abuso de la
derecha en el Gobierno durante su mandato, ya que éste aún no había tomado
posesión y el golpe ya se preparaba.
4.- Tras las elecciones de febrero de
1936, el PSOE se encontró ásperamente dividido entre el sector de Prieto y el
de Largo, quedando totalmente marginado, una vez más, el moderado y democrático
Besteiro. El de Largo inició, en competencia con los anarquistas y los
comunistas, una campaña de violencias, de organización y armamento de milicias,
de imposición de la ley desde la calle, que prácticamente anularon la muy
relativamente democrática Constitución republicana. Las relaciones entre los
dos sectores socialistas se tornaron violentas, hasta el grado de que Prieto
estuvo cerca de ser linchado por socialistas de Largo en el famoso mitin de
Écija.
5.- Durante su etapa al frente del
Gobierno del Frente Popular, convirtió a España en un protectorado de la Unión
Soviética, con absoluta libertad para los sicarios del GRU y la NKVD (luego
KGB) tanto en lo militar como en lo policial. Después de haber autorizado formalmente
el envío del oro del Banco de España a Moscú, un día se cansó de las continuas
interferencias de los soviéticos en su tarea y echó de su despacho,
prácticamente a patadas, al embajador Rosenberg. Firma así su sentencia de
muerte política, que le será ratificada cuando se niega a la ilegalización -y
persecución implacable- del POUM, tras los sucesos de mayo del 37. Desde ese
momento, quedará políticamente vetado en su propio bando.
En otoño del 37, Largo es expulsado de
la UGT con la disculpa que no había pagado sus cuotas, tal y como indica él
mismo en sus memorias. Es detenido por los guardias de Asalto. La
correspondencia y fondos bancarios de la UGT fueron secuestrados. Dice con
amargura: “En la historia del proletariado español no se ha conocido atropello
semejante. Ni los enemigos naturales de la UGT se habían atrevido a realizarlo.
FPI (Fundación Pablo Iglesias), AFLC XXV, p. 1.226.
6.- Con Largo Caballero como Presidente,
las checas (prisiones) del PSOE, creadas a imitación de las soviéticas,
asesinan, violan y roban, desatando el terror en muchos lugares de España, pero
especialmente en Madrid. Ser sospechoso de reaccionario, haber acudido a misa
con regularidad, o leer el ABC eran motivos suficientes para sufrir toda suerte
de torturas por parte de los socialistas. Entre septiembre y diciembre de 1936,
no menos de 12.000 personas fueron asesinadas en Madrid..., religiosos, gentes
de derechas, burgueses, intelectuales, desafectos al régimen frentepopulista o
simplemente victimas de ajustes de cuentas personales sufrieron torturas y
perdieron la vida.
7.- Las temibles checas socialistas
también se usaron para eliminar a gente apolítica o incluso de izquierda. Así,
misteriosamente desaparecieron algunos enemigos políticos del propio Largo
Caballero como Marcelino Valentín Gamazo (Fiscal General de la República),
Ángel Aldecoa Jiménez (magistrado) o el Capitán Gándara.
Ángel Aldecoa Jiménez, de 58 años,
magistrado, fue detenido porque había juzgado un atentado relacionado con Largo
Caballero, al parecer, no de la manera que hubiera complacido al dirigente
socialista. Aldecoa pagó su independencia judicial frente al PSOE con el
fusilamiento.
Marcelino Valentín Gamazo, Fiscal
General de la República, acusó a Largo Caballero por los sucesos de octubre de
1934 en estricto cumplimiento de sus deberes dentro de la legalidad
republicana. El 5 de agosto de 1936, un grupo de milicianos llegó a la casa de
campo de Rubielos Altos donde residía Gamazo con su familia y, tras realizar un
registro y proceder a destrozar los objetos religiosos, comenzaron a golpearle
delante de sus hijos pequeños a pesar de sus súplicas para que ahorraran a los
niños aquel espectáculo. A las doce y media de la noche, en el paraje conocido
como Cerrajón, del término de Tevar, Cuenca, Marcelino Valentín Gamazo y sus
hijos José Antonio, Javier y Luis de 21, 20 y 17 años respectivamente fueron
fusilados.
8.- El 13 de septiembre de 1936,
mediante decreto reservado refrendado por el Presidente de la Republica Manuel
Azaña, el gobierno presidido por Largo Caballero autorizada al Ministro de
Hacienda, el también socialista Juan Negrín, a trasladar las reservas de oro,
plata y papel moneda del Banco de España “al lugar que estime de más
seguridad”. El lugar elegido por este triunvirato de la estupidez fue la Unión
Soviética. Tan seguro era que del tesoro nunca más se supo.
Sobre el valor de lo transportado basta
decir que las reservas del Banco de España ocupaban el cuarto lugar en la
clasificación mundial después de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Entre
8.000 y 10.000 cajas fueron trasladadas al puerto de Cartagena y allí
embarcadas en cuatro buques a Odessa. Uno de los miembros del Comisariado del
Pueblo para las Finanzas de la Unión Soviética que colaboró en el desembarco
escribió que “si todas las cajas de oro que apilamos en los muelles de Odessa
se colocaran aquí una al lado de la otra, cubrirían completamente la Plaza
Roja”.
Se completaba así el mayor robo de las
arcas estatales que jamás haya sufrido España. Los responsables, cómo no, los
socialistas liderados entonces por Largo Caballero.
La decisión de trasladar el oro fue
tomada de la forma más oscura por tres ministros socialistas (Largo Caballero,
Prieto y, sobre todo, el propio Negrín, entonces ministro de Hacienda),
contraviniendo diversas leyes y al margen del resto del gobierno y del
mismísimo presidente de la república, Azaña.
9.- En diciembre del 36, Stalin envía
una carta a Largo aconsejándole que abra un parlamento aparentemente libre como
estratagema para así ganarse la ayuda de las democracias liberales, y no sus
lógicas sospechas. Largo le contestó que en la zona frentepopulista, en la que
él presidía el Gobierno, nadie sentía la menor inclinación hacia las formas
parlamentarias. En su carta del 06-01-37, contesta a Stalin: “Cualquiera que
sea la suerte que el porvenir preserva a la institución parlamentaria, ésta no
goza entre nosotros, ni aun entre los republicanos, de defensores
entusiastas”.
10.- Su falta de convicción democrática
quedó reflejada para siempre en otro gesto más: la colocación de la efigie del
sanguinario dictador comunista Josif Stalin en la madrileña Puerta de Alcalá.
11.- Tanto Largo Caballero como
Indalecio Prieto vetaban la inclusión de homosexuales en las listas electorales
del PSOE porque consideraban que alguien "indigno" (textual) no podía
figurar en ellas.
12.- En 1933, la CEDA gana las
elecciones, siendo el Partido Radical la segunda fuerza más votada. Todas las
izquierdas obtuvieron poquísimo respaldo del pueblo. Largo, en una comida con
asistencia de diputados, miembros de la UGT y del PSOE, dijo: “el proletariado
no tiene otra salida más que la violencia” (El Noroeste (2-1-34)). La coalición
parlamentaria (que no gubernamental) radical-cedista no llevaba ni un mes con
mayoría en el Parlamento y no habían derogado ninguna de las
"magnificas" leyes de Largo, pero éste ya encontraba motivos
suficientes para recurrir a la violencia como prueba de su gran talante
democrático.
13.- Aunque a lo largo de toda su
madurez no gustase hablar de ello, aprendió las primeras letras en escuelas
religiosas, concretamente en los Escolapios primero y en la escuela de San
Antón de Granada después.
14.- Participó de manera activa y en
calidad de líder (fue miembro del comité organizador) en la fallida huelga
revolucionaria de 1917, lo que le valió una condena de 30 años de prisión por
parte de los tribunales de justicia. No los cumplió, ya que a los nueve meses
de ingresar en la cárcel fue amnistiado y elegido diputado por Barcelona. Como
veremos, esta de 1917 no sería la única ocasión en que los socialistas se
volverían contra el orden legalmente constituido.
15.- En las elecciones municipales de
abril de 1931, los monárquicos obtuvieron
una clarísima victoria en el conjunto de España. Los candidatos
republicanos sólo consiguieron mejores resultados en algunas capitales de
provincia, lo que les valió para no reconocer su derrota y salir a la calle
reclamando el poder y la instauración de la República. El Rey, Alfonso XIII,
cedió ante la presión, y así fue como se instauró un nuevo régimen (la
República) que nadie quería y como Largo Caballero llegó a convertirse de la
noche a la mañana y sin esperarlo en Ministro de Trabajo.
16.- Pese a que en sus mítines era
recurrente referirse al peligro de que en España se instaurase el fascismo,
Largo Caballero sabía bien que eso era poco menos que imposible. Así lo
reconoció el propio Largo ante representantes hispanoamericanos en Organización
Internacional del Trabajo, donde en junio de 1933 dijo que "en España,
afortunadamente, no hay peligro de que se produzca ese nacionalismo exasperado
(...) No hay un ejercito desmovilizado (...) No hay millones de parados que
oscilen entre la revolución socialista y el ultranacionalismo (...) No hay
nacionalismo expansivo ni militarismo (...) No hay líderes". Quedaba
claro, por lo tanto, que a su apelación al peligro fascista no era más que una
estrategia para asustar a las masas y atraerlas engañadas hacia la revolución
socialista.
17.- En 1921 los contrarios a la Internacional
Comunista habían ganado por poca diferencia en el seno del PSOE. Largo se declaraba
entonces "reformista". Un partidario de la III Internacional y del
acercamiento que ella suponía a los dictados de Moscú, describía así a Largo:
"Cuando habla, insulta; cuando calla, envenena el ambiente con su
silencio; cuando mira, pronostica denuestos. Acusa con reticencias y silencios
de refinada hipocresía y maldad. Jamás es sincero. Siempre en guardia, almacena
cifras y datos de personas para su día. No combate con ideas, sino con
anécdotas. Utilitario y egoísta, cree que le ha llegado la hora de
cosechar".
18.- Apresado en Francia por la Gestapo,
fue encarcelado en un campo de concentración nazi. Aquella experiencia le hace
apreciar, quizá por primera vez y como nunca, el sentido de la libertad. Y en
sus memorias, redactadas o ayudadas por Enrique de Francisco,
escribe:"Hace años, en un mitin celebrado en el cine Pardiñas, en el que
hablamos Saborit, Besteiro y yo, decía yo que si me preguntasen qué quería, mi respuesta
sería ésta: ¡República! ¡República! ¡República!. Si hoy me hicieran la misma
pregunta contestaría: ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!". Curiosa frase de
uno de los mayores anti- liberales que ha dado la historia reciente de España.
19.- Madariaga escribió de él: “Te
humillaron no los burgueses, sino los socialistas amigos de los comunistas y de
Moscú a quien no quisiste obedecer”. (Salvador de Madariaga. Españoles de mi
tiempo, Barcelona, Planeta, 1974).
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