sábado, 28 de abril de 2018

utrech

Carlos II (último Austria) muere sin descendencia; a partir de 1690 el futuro de España empieza a decidirse en París, Londres y Viena (Holanda también intervendrá decisivamente). A comienzos del siglo XVIII Europa dominada por la política de equilibrio propugnado por Inglaterra, en España   se produce  un cambio dinástico, pasando -además- a ser una potencia de segundo orden pero con uno de los imperios coloniales mayores de la Tierra.

La instauración de la dinastía de los Borbones precedida de una guerra civil (confrontación de dos concepciones dife­rentes del Estado español: centralismo castellano frente a federalismo de los reinos de la Corona de Aragón: Felipe de Anjou-archiduque Carlos) e internacional (enfrenta­miento entre la postura del equilibrio europeo -In­glaterra- y la búsqueda del afianzamiento hegemónico de Francia sobre Europa). Triunfa la sucesión borbónica (Fe­lipe de Anjou=Felipe V) aunque con limitaciones expresas a la sucesión de la corona francesa (tesis inglesa en contra de la hegemonía francesa) y el logro inglés de la supremacía marítima y la consecución de ventajas comerciales respecto al imperio colonial español.

El Tratado de Utrech (1713) pone fin al conflicto:

En él  aspecto territorial España pierde:
*.- sus posesiones italianas y los Países Bajos que pasan a Austria.
*.- Menorca y Gibraltar (importancia geoestratégica para el dominio de las rutas comerciales) quedan bajo dominio inglés.
*.- Portugal obtiene la colonia de Sacramento (Uru­guay).
*.- Gran Bretaña adquiere el derecho del asiento de negros y el del navío de permiso (tendentes a la rup­tura del monopolio español sobre sus colonias america­nas.
*.- Holanda consigue un tratado comercial con España que le da derecho a un trato de favor.

A partir de Utrech la política exterior de los borbones espa­ñoles del XVIII evolucionará:
*.- Felipe V: amistad con Francia y revisionismo sobre Italia (enfrentamiento con Inglaterra y Austria).
*.- Fernando VI: neutralidad en el respeto al equilibrio europeo.
*.- Carlos III: alianza franco-española en contra de In­glaterra.
*.- Carlos IV: contradicción entre la defensa del trono en contra de la revolución (alianza con Inglaterra) y  de­fensa del imperio colonial americano frente a las pretensio­nes inglesas.

Tratado de Paz entre el Católico Monarca Don Felipe Quinto y la serenísima Princesa Ana Stuarda, Reina de Inglaterra.
I.- Que haya una paz firme entre los Soberanos y sus sucesores, procurando hacer cada uno de sus Majestades que se conserve entre los súbditos.
II.- Que queriendo arrancar del ánimo de los hombres la sospecha de la unión de los Reinos de España y Fran­cia y establecer una paz y tranquilidad con el justo equilibrio de las potencias, S.M. Católica renueva y confirma su renuncia por la Corona de Francia (...).
VIII.- Que sea libre el uso de la navegación y co­mercio en las dos naciones, como en tiempo de paz y reinado del Monarca Carlos Segundo y en el asiento de negros, como se expresa en el artículo XII.
X.- El Rey Católico cede a la Corona de la Gran Bre­taña, la propiedad de la ciudad y castillo de Gibral­tar, pero que ésto es sin jurisdicción alguna territo­rial y sin comunicación alguna abierta con la región circunvecina de tierra, conviniendo su Majestad britá­nica, en que no se permita, por motivo alguno, que ju­díos, ni moros habiten ni tengan dominio en la dicha ciudad de Gibraltar, ni que se de entrada ni acogida en su puerto a los navíos de guerra de moros, que a los habitadores de la ciudad se les conceda el uso libre de la religión Católica Romana.
XI.- El Rey Católico cede también a la Corona de Gran Bretaña, la isla de Menorca, puerto, ciudad y for­taleza de Puerto Mahón, con iguales condiciones que Gibraltar y que en el caso de enajenarla, se le dé el primer lugar a la Corona de España.
XII.-Concede su Majestad Católica a la Gran Bretaña y a la Compañía de sus vasallos, la facultad de intro­ducir negros en sus dominios de la América por el espa­cio de treinta años, que habrían de empezar desde pri­mero de mayo de 1713, con las mismas condiciones, que gozaban los franceses y con las conveniencias que se explican en el Tratado del Asiento concluido en Madrid a 26 de marzo del presente año de 1713, el cual Tratado se entienda como en parte de éste y como si estuviera inserto palabra por palabra.
El expresado Tratado de Paz, le confirmó la Reina de la Gran Bretaña en Kensington a 31 de julio del mismo año, y su Majestad Católica lo hizo en Madrid a los 4 de Agosto, y de esta manera quedó efectuada la Paz en­tre las dos Coronas, y con sumo gozo de todos los vasa­llos. (10 de julio 1713). (DIAZ PLAJA, Fernando "Histo­ria de España en sus documentos. Siglo XVIII." Madrid (1986), 89 y 90).

Independencia de la América española:

La independencia de la América Española hay que situarla con­temporánea a la Guerra de la Independencia contra Francia. Este proceso concluirá a lo largo de la segunda década del siglo XIX.
Con la Ilustración, los criollos de América (muchos de ellos ya no educados en Europa sino en propia tierra americana) habían logrado un notable grado cultural abierto a las influencias cul­turales de Europa y convirtiéndose en clase directora del movi­miento emancipador.
No existe un único modelo emancipador en base a la diversidad de la realidad americana:
*.-  No tiene acento católico, indigenista y proletario y sí aglutina voluntades selectas en Méjico marginando a aque­llos sectores que habían traído la independencia.
*.- Contra estos sectores que la habían propiciado el proceso se define el coronel Agustín de Itúrbide, enviado por el virrey a combatir al rebelde Guerrero, al avenirse con éste proclamando la independencia en el denominado Plan de Iguala (1 de marzo de 1821).
*.- Tras entrevistarse Itúrbide con el nuevo virrey acuerda con éste una capitulación con el propio Itúr­bide como regente hasta que Fernando VII, o persona designada por éste, ocupe el trono mejicano.
*.- En 1882 Itúrbide se corona emperador en la cate­dral de Méjico. Al año es forzado a abdicar, marcha a Europa y a su regreso es apresado, juzgado y fusilado (1824).
*.- En 1810 es disuelta en Río de la Plata la primera Junta Constituida. El virrey Hidalgo de Cisneros es obligado a dimitir. Mariano Moreno y Manuel Belgrano dan contenido ideológico al movimiento a través de "El Correo del Comer­cio". Tras varios intentos por ambos bandos, en 1812 José de San Martín asegura el triunfo de la revolución. La indepen­dencia de Argentina es proclamada el 9 de julio de 1816 en el Congreso de Tucumán.
*.- El estado de Cartagena se había declarado indepen­diente en 1811. Confirmado Bolívar en su grado de coronel emprende la recluta de voluntarios y conquista nuevas comar­cas. Se le comienza a aclamar como "Libertador". En 1813 entra en Caracas. Tras enfrentarse con Boves, caudillo del campesinado anticriollo, y eliminarlo tiene que  emigrar ante la llegada de un ejército español a cuyo frente se en­contraba Pablo Morillo.
Retirado en Jamaica, Bolívar continúa preparando el de­rrocamiento del poder español en Venezuela. Tras un intento militar fracasado, convoca el Congreso de Angostura donde se crea la República del la Gran Colombia de la que es procla­mado presidente (en la que se integró Bolivia hasta la des­aparición de Sucre).
*.- La acción decisiva para la independencia del Perú llevada a cabo por San Martín que desembarca en Caracas y ocupa Lima. El 28 de julio de 1821 proclamó la independencia del Perú Ante la reacción española Bolívar ejerce el mando sobre ese territorio. Tras la victoria de Sucre en Ayacucho (9-XII-1824), desde Lima, Bolívar convoca a los gobiernos hispanoamericanos a un Congreso a reunirse en Panamá en ju­nio de 1826. Tras él se imponen los movimientos de disper­sión y controversia que supusieron el fraccionamiento de Hispanoamérica.
En 1820 firma pactos con Morillo para buscarle una solu­ción pacífica al conflicto. Tras su victoria de Carabobo (1821) fue consolidada la independencia.
*.- En Chile se produce el enfrentamiento entre un par­tido nacional americano y otro español. La primera Junta de Gobierno es creada en 1811 con predominio criollo y conser­vador (O'Higgins representará el sector más extremista de la misma).
En 1812 nombrado dictador del bando revolucionario José Miguel Carrera. El virrey Abascal intentó frenar el proceso revolucionario. O'Higgins, al frente del ejército revolucio­nario, unido a San Martín que atraviesa los Andes, derrota a los españoles en Cachabuco (1817).
Las circunstancias históricas completaron el proceso. Ocupado el suelo español por las tropas napoleónicas e interrumpido el gobierno propio de la metrópoli empezaron a darse en la América española síntomas del movimiento independentista que en algunos lugares tiene el carácter de asunción de la autoridad en nombre del rey cautivo. El primer paso consistió en la constitución de Juntas para ejercer el gobierno por delegación del Rey (Río de la Plata, 1809; Caracas -"Junta Suprema Conservadora de los derechos del señor Don Fernando VII"-, Buenos Aires y Bogotá, 1810).
La Junta de Chile (1811), con el reconocimiento del Virrey Abascal, establece el derecho de Fernando VII a coronarse rey en Colombia con la condición de que se presente personalmente allí para tal fin (Constitución de Cundinamarca).
Francisco Miranda (general venezolano) fundó en Londres la Gran reunión Americana en la que figuraron, entre otros,  los libertadores de Chile (O'Higgins), Nueva Granada (Nariño), Quito (Montufar y Rocafuerte), Cuba (Caro) y Argentina (Alvear). La Junta de Caracas acreditó ante este organismo a Simón Bolivar, Andrés Bello y Luis López Méndez y éstos, junto a Miranda, llega­ron a mantener negociaciones con el gobierno británico.
*.- Bolívar y sus colaboradores proclamaron la indepen­dencia de Venezuela a su regreso (1811) que fue reprimido y que se zanjó con el apresamiento de Miranda y la huida de Bolívar.
*.- Tras la ejecución de Hidalgo en Méjico, el cura More­los proclamó su independencia (1813), siendo también fusi­lado.

Bolivar había estudiado en Madrid, en estrecha relación con Fernando VII. La lucha por la independencia no tuvo en cuenta amistades, ascendencias, parentesco o paisanaje; tampoco respon­día a un movimiento antiespañol: "una cosa era el curso inexora­ble de la guerra y otra el respeto entre hijos de la misma es­tirpe, anhelosos de revalidar y enaltecer esta condición apenas llegase la paz" (Convenciones de Santa Ana entre Morillo y Bolí­var, 1820).
Los movimientos de liberación se producen en una situación próspera y por iniciativa de grupos urbanos mercantiles e ilus­trados. A ellos se unirán algunos oligarcas del campo, sectores del clero y de las fuerzas armadas.
Algunos movimientos de este signo en las clases media y baja (Hidalgo, en Méjico) no contaron con suficiente apoyo social para hacer frente a la represión que los abortó. Sus condiciones de vida tampoco mejoraron demasiado en la nueva etapa respecto a la anterior etapa colonial (salvo en la abolición de la esclavitud y en la introducción de los principios democráticos).

Iniciado el proceso, se le fueron añadiendo otros factores, más o menos larvados:
*.- resentimiento de la sociedad criolla contra el inter­vencionismo y la prepotencia de los intendentes y demás au­toridades nombradas por el gobierno.
*.- poderío de los cabildos municipales como expresión del desarrollo de aquella sociedad en la que existen aspira­ciones de autogobierno.
*.- los errores económicos de la metrópoli en su intento por seguir controlando el desarrollo material de las colo­nias:
*.- incapacidad de España para mantener un comercio seguro con Ultramar factor decisivo de la separación (falta de comunicación entre las demandas de ambas ori­llas,  existencia de piratas y  necesidad de agrupa­mientos en flotas, actitud de las potencias Europeas y Estados Unidos ante la ineficacia metropolitana que favoreció su interés por  establecer factorías propias en el mundo americano).
*.- los nuevos gobiernos hispanoamericanos  descu­brieron con rapidez intereses económicos y comerciales comunes con las potencias europeas (especialmente Gran Bretaña) y los Estados Unidos:
*.- "La alianza con la Gran Bretaña es una victoria política más grande que la de Ayacucho (...) Es incal­culable la cadena de bienes que va a caer sobre Colom­bia si nos ligamos con la señora del Universo" (Bolí­var, 1826).
*.- El poderío comercial y naval de Inglaterra apa­reció, para las nuevas naciones hispanoamericanas, como garante de su seguridad. El antecedente del apoyo espa­ñol prestado a la sublevación de los Estados Unidos    frente a la metrópoli hacía ilegítimo cualquier repro­che hacia Gran Bretaña sobre su actuación en esta mate­ria.
*.- La actuación de la Compañía Ruso-Americana, aus­piciada por el zar, intentó promover el comercio ruso con el nuevo mundo:
*.- Las Filipinas integradas en una ruta comer­cial desde la India hasta la costa rusa  de Sibe­ria.
*.- Intentos de introducir mercancías rusas en Cuba a cambio de azúcar y otros productos colonia­les, nombrándose un agente comercial ruso en la Ha­bana en 1812 y decretándose en 1818, en gran medida para satisfacer estas aspiraciones rusas, la libertad de comercio extranjero con la Isla.
*.- La revista histórica de San Petesburgo (abril, 1815) advertía a los movimientos secesionistas  que cuando se liberaran del poder español, las posesiones americanas pasarían a depender para las necesidades indispensables de las compras a Inglaterra y Estados Unidos.
*.- el progresivo desarrollo de una cultura avanzada in­compatible con la represión absolutista de Fernando VII.

*.- las circunstancias en las que se hallaba España no eran las más aptas para evitar la secesión y la ineptitud de quienes les correspondía actuar en la metrópoli frente a ella.
*.- torpeza, confusión e inestabilidad de la polí­tica española (entre 1814 y 1819 hay en Madrid más de 20 cambios de gobierno, inflexibilidad del monarca que sólo esperaba el arrepentimiento y la sumisión de los rebeldes de las Indias). El monarca se empeñó sucesiva­mente en que la sublevación fuera estudiada por los diversos congresos celebrados por las potencias de la Restauración aspirando a que éstas ayudasen a reprimir a sus súbditos rebeldes. El desprestigio de la política de Fernando VII en Europa ocasionó la falta de apoyo internacional para la solución del problema americano y hace que no fuera aplicado el principio del legitimismo de la diplomacia de la época Metternich; a ello hay que añadir la consideración de que estas potencias ven el problema hispanoamericano la ocasión  propicia para el auge de su comercio lo que hace que se desentiendan de cualquier otro planteamiento ideológico al respecto.
*.- los liberales, por lo general tampoco mantuvie­ron posturas consistentes, continuadas e inteligentes frente al proceso independentista americano. El plan­teamiento político en el Trienio Constitucional: esta­blecido en España un régimen constitucional y ha­biendo padecido los pueblos de Ultramar, al igual que los de la Península, el absolutismo sus demandas de libertad quedarían satisfechas generalizando éste en ellos. A pesar de los intentos de acuerdo iniciados entre los liberales de las Cortes españolas (julio 1820) con los de Ultramar, la lucha por la independen­cia sobrepasaba esta posibilidad. Este argu­mento será utilizado además por los anticonstituciona­listas americanos en sentido inverso, se hace precisa la separación de la metrópoli ante el sistema estable­cido en ella. El apoyo tácito de Inglaterra en la su­blevación de Riego va en sentido contrario al acuerdo.

*.- intervencionismo de Francia en el problema americano  (verano de 1818) resucitando la idea de crear varias monar­quías borbónicas en el Nuevo Mundo pensando colocar en ellas a algunos príncipes franceses y recibir allí algún territo­rio. Por las mismas fechas Francia tenía el problema del reconocimiento de la independencia de Haití (admitida en 1825).
*.- la posición de Estados Unidos adversa a España por su  pretensión de apoderarse de Florida y otros territorios y por sus intereses en el comercio ilegal y sus manifiestas simpatías por los rebeldes sublevados. En 1822 su presidente Monroe pidió al Congreso de Estados Unidos el reconocimiento de las nuevas repúblicas hispanoamericanas.
*.- los enfrentamientos con Portugal y Brasil sobre la colonia de Sacramento (Uruguay) y las fronteras comunes agravaron el conflicto.
*.- La actuación de la potencias europeas y de Estados Unidos irá encaminada a estorbar la formación de grandes bloques nacionales emergentes y para ello favorecerán el fraccionamiento y las discordias entre las naciones surgidas de la emancipación y así obtener, por separado, mejores re­laciones comerciales con ellas. A este hecho se unirá la connivencia entre la acción internacional y las oligarquías locales y la implantación del sistema de caudillaje (con un concepto personalista de sus logros) que luego será susti­tuido por el modelo dictatorial en relación con los intere­ses del capitalismo extranjero. La dicotomía social entre población blanca e indígena se resolvió por la marginación de éstos últimos en las nuevas sociedades resultantes.
 
Restauración:

En lo que a política internacional se  refiere la Restauración adopta una actitud de recogimiento y neutralidad, salvo en el       el intento de conseguir un reconocimiento internacional de Ma­rruecos y Ultramar.


Islas Carolinas:  

Enfrentamiento de España con Alemania por causa de las Caroli­nas. En 1885 (13 de agosto) se tuvo noticia de la ocupación ale­mana de dichas islas. La Vanguardia del día 27 decía "o las islas Carolinas vuelven a nuestro poder, o nuestros buques deben recu­perarlas sin tregua ni descanso".
España apoyada internacionalmente en el conflicto por Francia e Inglaterra, más por su rivalidad con Alemania que por la legi­timidad de la causa española. La cuestión hispano-alemana re­suelta por el Laudo de León XIII favorable a la posición espa­ñola. Bismarck, ante la firmeza española, cedió en su intento.

Independencia de Cuba y Puerto Rico:

Cuba y Puerto Rico aspiraban a su independencia al igual que los territorios continentales (éxito de las sublevaciones  de la América del Sur y Méjico entre 1810 y 1824). La existencia de numerosa población negra y esclava complicaba más la situación.  Estados Unidos pretendía ejercer un dominio sobre las Antillas, alentando y favoreciendo los movimientos independentistas de es­tos territorios. Las autoridades españolas no supieron encauzar esta cuestión con medidas eficaces de autonomía.

El comercio colonial suponía una importante fuente de ingresos para determinados sectores económicos españoles. El trabajo de esclavos (prohibido por el Congreso de Viena y en los Estados Unidos tras la Guerra Civil) contaba con  intereses peninsulares para que subsistiera en Cuba (autoridades, corporaciones colonia­les y grupos capitalistas con notable influencia en la economía española):
*.- Las exportaciones industriales peninsulares a las colonias constituían una fuente destacada de ingresos para la Hacienda Pública (interés en que no se realizasen innova­ciones peligrosas). La enorme deuda exterior española neutralizada, en gran medida, por la riqueza de la isla.
*.- La continuación del status de numerosos sectores po­líticos y económicos de la Península dependía de que no se produjeran cambios sustanciales en el panorama colonial.

*.- Suprimida la introducción de nuevos esclavos (1866). Ley para la progresiva introducción de la libertad de los esclavos existentes (1870).Ley que establece la libertad de los esclavos existentes en Puerto Rico (1872). En 1886 un Decreto hizo efectiva la liberación total de la esclavitud en el Caribe español.
*.- Restauración del derecho de elección de diputados, aunque restringiendo el voto mucho más que en la península (1878).
*.- Constitución de un partido autonomista defensor de que Cuba y Puerto Rico fueran consideradas no como colonias sino como provincias ultramarinas con leyes especiales (1879).
*.- Descontento en Cuba por el contenido de la Ley de Relaciones mercantiles entre Cuba y España (1882).
*.- Proyecto de reformas políticas y administrativas (1893) rechazado en Madrid.

En el último tercio del siglo XIX crecieron las demandas auto­nomistas de  Cubanos y Filipinos. Ante ellas el Gobierno de Ma­drid adoptó una actitud cerrada y rígida.

   "Empezad antes de pedirnos cosas que en cierta medida pudieran ser posibles y legítimas; empezad, an­tes de eso, por convencer a los españoles todos, de que en vosotros no queda ningún resquicio, ningún germen, ninguna sombra de separatismo" (Cánovas en el Congreso el 3 de julio de 1891 a los autonomistas cubanos).

En un primer momento el problema cubano quedó resuelto en 1878 (Paz de Zanjón): se intentó solventar la Revuelta Cubana me­diante el envió de numerosos contingentes de tropas. Martinez  Campos, Capitán General de Cuba, intentó la consolidación de un Régimen de Autonomía para la Isla. En 1876 se concedió una amnistía gene­ral.
Luego tanto Sagasta como Cánovas, y sus respectivos Gobiernos, intentaron reprimir las revueltas cubanas enviando contingentes de soldados. El Capitán General Weiler  llegó a organizar campos de concentración para rebeldes en Cuba (motivó la protesta norte­americana).
En 1897 se intentó rectificar parcialmente concediendo   a Cuba tímidas reformas administrativas y políticas, pero ya se había iniciado la revuelta definitiva y el proceso de independen­cia, con notorio apoyo Norteamericano, era imparable.
Sagasta intentó una acción conciliadora con Estados Unidos: relevo de Weiler y estudio de la autonomía cubana (a pesar de la oposición de numerosos sectores económicos y sociales peninsula­res). Estados Unidos actuaba con inversiones  de capitales en la Isla. El 15 de febrero de 1898 se produjo la explosión del acora­zado Maine en La Habana con cientos de bajas norteamericanas. Estados Unidos declaró la guerra a España exigiendo su Presi­dente la retirada de las tropas españolas de Cuba. Al final la indepen­dencia de las colonias españolas del Caribe fue un hecho.


Independencia de Filipinas:

A la vez, también con la intervención de Estados Unidos, se produjo la independencia de las colonias españolas en Oceanía. En el proceso filipino, sin embargo, se dan notas diferenciadoras respecto al del Caribe:
*.- La colonización española  de Filipinas no había sido tan intensa ante la complejidad del  archipiélago (no se llegó a buena parte de sus siete mil islas).
*.- España actuó, fundamentalmente, creando núcleos urba­nos (destaca en ellos Manila) y éstos, como centros mercan­tiles y financieros, orientaron la agricultura del archipié­lago buscando mayor rentabilidad en la exportación  de sus productos (lo que originará colisiones entre estos  intereses y los del bienestar y  estabilidad de la población campesina).
*.- La imposibilidad física de unificar el gobierno y administración del territorio fue suplida por la acción  evangelizadora y cultural de la Iglesia lo que supuso  el establecimiento de un sistema de organización social  que entró frecuentemente en conflicto con las directrices del gobierno español y planteó una pugna entre  potestad civil y religiosa.


En 1872 se había registrado la sublevación del arsenal de Ca­vite. El gobernador español culpó de ella a tres eclesiásticos filipinos a  quienes ordenó ejecutar en garrote vil en claro en­frentamiento con el arzobispo del lugar.

Las intentos por igualar legislativamente las Islas a  la me­trópoli no tuvieron efectos ante las notables diferencias  de su sociedad y la peninsular. El movimiento autonomista reivindicó  primeramente una representación política adecuada que no termi­naba con la simple proporcionalidad en las Cortes españolas.  A mediados de 1896 este movimiento adoptó posturas claramente inde­pendentistas. A ellas se unieron las sublevaciones tagalas. Esta­dos Unidos intervino activamente en el proceso.

El Gobierno español, en guerra con Estados Unidos,  sin el apoyo solidario de las potencias extranjeras ante la ilegitimidad de las pretensiones norteamericanas, tuvo que afrontar el con­flicto.
*.- El 2 de mayo es destruida una escuadra española en la base filipina de Cavite.
*.- El 3 de julio otra flota es destrozada en Santiago de Cuba.
*.- El 10 de diciembre se firmó el Tratado de París: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y las islas de posesión espa­ñola en Oceanía (excepción hecha de las Carolinas que fueron vendidas a Alemania) fueron cedidas a Estados Unidos.


A finales del XIX estaba agonizando el sistema de la Restaura­ción (crisis económica, política y social) y el concepto de "ho­nor de la patria" tal como había  sido entendido hasta entonces  y se pretendía mantener como  inmutable. terrorismo... son térmi­nos que la definen.

El aislamiento internacional español, en un momento de expan­sión imperialista de las potencias europeas, concluía con la pér­dida de Cuba y Filipinas.  Sin imperio colonial, los mercados    de beneficios fáciles habían desaparecido.
 El ejército  sufrió la pérdida de su prestigio y se planteó la necesidad de modificar su estructura. Con la guerra de Marrue­cos  el estamento militar, que se había mantenido apartado de la política durante la Restauración, dejó sentir su protagonismo y ya no lo abandonará en las décadas sucesivas:
*.- En 1908 se fundó la Compañía Española de Minas del Rif y tuvo que actuar que actuar en varias campañas contra las kabilas rebeldes que impedían la construcción del ferro­carril que enlazaba Melilla con las zonas mineras.
*.- En 1909 tuvo lugar el desastre del Barranco del Lobo. La decisión del gobierno de llamar a filas a los reservistas levantó una violenta reacción en Cataluña donde se produje­ron incidentes en los muelles de Barcelona contra el embar­que de las tropas. Convocada una huelga general, ésta dege­neró en una auténtica rebelión incontrolada (26 de julio al 1 de agosto, Semana Trágica).


1883 España en la costa del Sáhara
1884 España en las Costas de Guinea y la Isla de Fernando Poo
Conferencia del Berlín 1885
1956 renuncia al Protectorado de Marruecos
1957 ataques marroquíes a Ifni y Sáhara español
1963 Estatuto de Autonomía para Guinea
1968 Independencia de Guinea Ecuatorial. España entrega Ifni a Marruecos.
1975 Marruecos invade el Sáhara español.


No hay comentarios:

Publicar un comentario